Frase de comienzo: Fin del juego
Autora: Imane Dergual
Título: Un juego involuntario
Fin del juego. Ya terminó todo. Ahora me he convertido en uno de los espectadores mirando a los que todavía siguen jugando.
Es un juego involuntario que empieza con nuestra existencia. Hay algunas reglas, pero no todos las siguen, y el premio es diferente para cada uno. No se sabe quién es el ganador ni el perdedor, sólo el jugador. Nadie elige empezar el juego, pero sí acabarlo poniendo límite a su vida.
Autora: María Sirgo González
Título: Ley de Murphy
Fin del juego, se acabó. La vida es así. En la vida hay dos tipos de cosas: las importantes y las que te importan… Es así de simple, y la tostada caerá siempre del lado de la mantequilla. Así que deja de darle vueltas al mundo que ya gira solo.
Autor: Diego Chillón Pino
Título: Venganza
─ Fin del juego, general Soap. No puedes escapar. Te tengo justo donde quería. ¿Qué vas a hacer? ¿Arañarme como la otra vez? – Soltó una risa forzada.
No hubo respuesta.
John apuntó al oso con el rifle y apretó el gatillo con su mano ortopédica.
Autora: Teresa Terrón Rodríguez
Título: ¡Revancha!
Fin del juego. Corre a la cocina y se prepara un bocata de Nutella. Oye unos gritos y asoma su pequeña cabeza: el panorama, el que esperaba. Coge el bocata y se dirige a su cuarto.
─ ¡Quiero la revancha!
Antes de entrar mira a su madre tirada en el suelo.
─ ¿Por qué lloras? ¡Pide la revancha!
Lástima, ella ya no puede. Nunca más podrá.
Autora: Nerea Vera Burgos
Título: Ensayo
Fin del juego. Todas las piezas encajan. Ya tengo todo lo necesario para inculparlo: las pistas, lugares donde estuvo, coartadas imposibles y el lugar del crimen. Solo me falta una cosa: hacerlo de verdad. Últimamente no resuelvo ni un triste caso…
miércoles, 22 de diciembre de 2010
lunes, 13 de diciembre de 2010
11ª SEMANA. Dile a papá que baje la tapa del váter
RELATOS SELECCIONADOS
Frase de comienzo: Dile a papá que baje la tapa del váter
Autor: Diego Chillón Pino
Título: Recuerdos
“Dile a papá que baje la tapa del váter. Voy a comprar chocolate para comerlo con tu padre. ¿Qué haces ahí quieto? Ayuda a tus hermanos en el gallinero”. Esas son las tonterías que dice. Desvaría y recuerda cosas de su infancia. Muchas veces la encuentro intentando cocinar. Me hincho de llorar cada vez que la veo así.
Autor: Raquel Fernández Gallego
Título: Por favor
Recuerda a papá que baje la tapa del váter, mamá. Y ya, de paso, que recoja la mesa, que limpie en casa como hacemos tú y yo, que me recoja del colegio mientras estás trabajando, que se acuerde de que existo, que deje de beber… y que, por favor, deje de hacerte llorar.
Autor: Lucía Sánchez Martín
Título: Acabado en letra A
“Recuerda a papá que baje la tapa” fueron las últimas palabras que la escuché decir. Ella, tan bromista como siempre, hasta el último momento. Intentó endulzarlo, como hacía con sus bizcochos. Me había estado preparando durante muchos años para aquel instante. Me había dicho que no pensase en ello, que iba a ser un acontecimiento más y ya está. Así quiso vivirlo ella, sin darle importancia, como si se tratase de un juego. Y, tal y como había hecho conmigo cuando yo era más pequeña, aquella tarde dejó ganar a la muerte al escondite…
Frase de comienzo: Dile a papá que baje la tapa del váter
Autor: Diego Chillón Pino
Título: Recuerdos
“Dile a papá que baje la tapa del váter. Voy a comprar chocolate para comerlo con tu padre. ¿Qué haces ahí quieto? Ayuda a tus hermanos en el gallinero”. Esas son las tonterías que dice. Desvaría y recuerda cosas de su infancia. Muchas veces la encuentro intentando cocinar. Me hincho de llorar cada vez que la veo así.
Autor: Raquel Fernández Gallego
Título: Por favor
Recuerda a papá que baje la tapa del váter, mamá. Y ya, de paso, que recoja la mesa, que limpie en casa como hacemos tú y yo, que me recoja del colegio mientras estás trabajando, que se acuerde de que existo, que deje de beber… y que, por favor, deje de hacerte llorar.
Autor: Lucía Sánchez Martín
Título: Acabado en letra A
“Recuerda a papá que baje la tapa” fueron las últimas palabras que la escuché decir. Ella, tan bromista como siempre, hasta el último momento. Intentó endulzarlo, como hacía con sus bizcochos. Me había estado preparando durante muchos años para aquel instante. Me había dicho que no pensase en ello, que iba a ser un acontecimiento más y ya está. Así quiso vivirlo ella, sin darle importancia, como si se tratase de un juego. Y, tal y como había hecho conmigo cuando yo era más pequeña, aquella tarde dejó ganar a la muerte al escondite…
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