tag:blogger.com,1999:blog-13183174375768632802024-02-20T11:42:42.528-08:00MicrorrelatosAdm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.comBlogger27125tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-67285316770564936662011-06-07T07:19:00.000-07:002011-06-07T07:20:08.069-07:00SEMANA 29. Frase de comienzo: ¿Y cuándo será el incendio?MICRORRELATOS SELECCIONADOS <br /><br /><br /> El ángel de la guarda le susurra a Fabián<br /><br />Autora: Cristina Suárez Herrero<br />Título: Un amor ardiente<br /><br />- ¿Y cuándo será el incendio?<br />- No sé. Seguramente por la noche. Mi mujer no sospechará nada.<br />- De acuerdo. Para ti el dinero y para mí el coche y las joyas.<br />- Hecho.<br />Melinda se despierta en un charco de sudor frío y le dice su marido:<br />- ¿Estás bien, cariño?<br />- Sí, sólo ha sido una pesadilla.<br />- Anda, sigue durmiendo.<br />- ¿Dónde vas?<br />- No tardaré. Voy a calentar la habitación: el ambiente está frío.<br /><br />Autor: Adrián Romero Guerrero<br />Título: Septiembre<br /><br />- ¿Y cuándo será el incendio?<br />- Fue hace diez años, el día once de este mes.<br />- Entiendo… ¿Y hace cuánto que llevamos en democracia?<br />- Seguimos esperándola.<br />- Lo suponía.<br /><br />Autor: Diego Chillón Pino<br />Título: Odio sin razón<br /><br />- ¿Y cuándo será el incendio?<br />- Esta noche. En la casa de Jacob.<br />- Estarán sus padres?<br />- Por supuesto.<br />- Perfecto. Hasta esta noche. ¡Heil Hitler!<br /><br />Autora: Luisa Guzmán Hermoso<br />Título: Engaño<br /><br />El ángel de la guarda le susurra a Fabián con una voz dulce y suave:<br />- Hazlo.<br />Pero justo antes de bajar el hacha le llega un fuerte olor a azufre: le ha vuelto a engañar.<br /><br />Autora: Bárbara Tello Durán<br />Título: Confesión<br /><br />El ángel de la guarda le susurra a Fabián: “Mírala, mírala. Es bastante linda”.<br />Él alza la vista perdiendo la concentración en la variación; la mira, observa cómo sus delicadas manos se mueven al compás de la música al igual que la brisa mueve las hojas al compás del piar de los pájaros.<br />- Sí, vale, lo admito: yo, Fabián Delgado Gómez, estoy locamente enamorado de mi profesora de baile.<br /><br />Autora: Lucía Sánchez Martín<br />Título: Noche cerrada<br /><br />El ángel de la guarda le susurra a Fabián, como cada noche, que el dolor pasará rápido. Las punzadas en la columna aumentan proporcionalmente a la presión ejercida por los músculos en la ropa que ya empieza a agrietarse. Siente cómo se dilatan sus pupilas y no puede evitar dedicarle un estremecedor aullido a la luna llena.Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-26983371660509065082011-06-07T07:17:00.000-07:002011-06-07T07:18:45.012-07:00SEMANA 28. Frase de comienzo: ¿Puedo quedarme con sus juguetes?Autora: Paula Domínguez Domínguez<br />Título: Punto negro<br /><br />- ¿Puedo quedarme con sus juguetes? Yo quiero su moto.<br />- Cariño, la moto no es un juguete…<br />Según las estadísticas, diecisiete minutos en el arcén de una carretera, tras un accidente, son mortales.<br />Yo llevaba una semana de luto sin querer saber nada de las estadísticas.<br />Cuando las flores se sequen, aquel punto negro será aún más negro.<br /><br />Autora: Bárbara Tello Durán<br />Título: Pregunta cruel<br /><br />- ¿Puedo quedarme con sus juguetes?<br />Oí la pregunta pero no quise escucharla. La aparté rozándola con mis dedos y sus rubios caracoles se entrelazaron como la paja del sombrero. No me lo podía creer: la casa infestada de policías que, como cucarachas negras, corrían de un lado a otro. Afuera sólo se oían sirenas y llantos. Ella, tan pequeña, estaba tirada en el suelo con la vida arrebatada y los juguetes esparcidos por toda la habitación. Y a su hermana, ajena a la situación, sólo le preocupaba una cosa: ¿quién se quedaría con aquella cantidad de juguetes?<br /><br />Autora: María Sirgo González<br />Título: Para su hermano pequeño, una letal epidemia bacteriana; para todos los demás, el aún más terrible virus del maltrato escolar<br /><br />¿Puedo quedarme con sus juguetes, mamá?Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-11032138007981143112011-05-18T07:28:00.000-07:002011-05-18T07:29:17.306-07:00SEMANA 27.Toca jotasAutora: María Sirgo González<br />Título: Lluvia destructiva<br /><br />“Toca jotas”, malpronunció Tomás. En una mano sostenía el vaso de Whisky y con la otra sujetaba los naipes. Pocos segundos después, soltó un suspiro acompañado de unas palabras que, al menos, sonaron afectuosas.<br />Todo habría sido distinto si no hubiera aparecido ese desgraciado tumor. Seguro que, si ella aún estuviese viva, no llovería tanto sobre los tejados mohosos de esta ciudad. Desde luego, seguro que Tomás no se sentaría tan a menudo a mi lado para emborracharse desenfrenadamente.<br /><br />Autor: Marco Muñoz Pérez<br />Título: A prueba de niños<br /><br />“Toca jotas”, dijo el encargado. Simultáneamente señaló una esquina y algunos como yo fuimos trasladados a ella. Prosiguió la lista y, cuando todos los grupos estaban ordenados, empezamos a ser bruscamente agarrados y retorcidos. Se supone que estábamos preparados para esto. No era cierto: ahora me faltan varios miembros. ¡Qué suerte que mañana nos vuelvan a dejar como nuevos! Ser de la sección infantil de la biblioteca no es nada fácil.<br /><br />Autora: Cristina Suárez Herrero<br />Título: El corte perfecto<br /><br />-¡Toca jotas! Su color es perfecto, un rojo apagado que brilla con el oro líquido que cae suavemente sobre él.<br />-Sí, pero su textura es aún mejor. Un sabor salado, jugoso, y un corte fino. Esperaremos a que den el resultado final.<br />Las dos chicas se sentaron junto a los otros degustadores de esa temporada. Un hombre trajeado con chaqueta y pantalón negros y una espantosa corbata amarilla se subió al escenario y dijo:<br />-El ganador de esta temporada es “5 jotas”. Felicidades a los demás jamones y buen provecho.<br /><br />Autora: Raquel Fernández Gallego<br />Título: Quien se pelea se desea<br /><br />“Toca jotas”. Así llamamos a Cinthya a veces, porque en el típico juego de las latas en el que vas girando el cierre y diciendo el abecedario, cuando su cierre se desprende, siempre le toca la jota, la jota de Javi, y siempre se acaba enfadando porque le decimos que el destino nunca falla. Pero ella sigue alegando que no lo soporta y que ella es dueña de su destino. Aunque, claro, si no le hacemos caso al destino, podemos hacerle caso a ese famoso refrán…<br /><br /><br />Autor: Diego Chillón Pino<br />Título: Escuela<br /><br />-Toca jotas. Ahora la a. recoge los papeles. Haz esta ficha…<br />Estaba hasta las narices de esa tirana asquerosa. Ya no la aguantaba más, así que cogí el teléfono de Pedro Picapiedra y se lo tiré a la cabeza. Se enfadó mucho y me vinieron a recoger papá y mamá. Al menos ese día no la vi más, pero tendría que verla el resto del curso.Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-67502877175765836432011-05-18T07:27:00.000-07:002011-05-18T07:28:01.894-07:00SEMANA 26. Este gordo ocupa mucho lugarAutora: Imane Dergual<br />Título: Matrimonio de oro<br /><br />Este gordo ocupa mucho lugar. Cuando viene de su trabajo, me despierta al meterse en la cama y me deja un lugar muy pequeño; además, ronca mucho. Menos mal que trabaja todo el día y cuando viene ya estoy dormida. Detesto estar con él los fines de semana y en las vacaciones. Pero hay cosas que me encantan de él. Por ejemplo, su flamante tarjeta de crédito.<br /><br />Autora: Nerea Vera Burgos<br />Título: Evacuación<br /><br />“Este gordo ocupa mucho lugar en el avión. Con las reservas que tenemos, esta boca es demasiado grande como para alimentarla”. Discusión y movimientos bruscos de puertas acompañados de un leve grito. Ya están contentos: el vacío ocupa el avión.Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-57685095143284830922011-05-18T07:25:00.000-07:002011-05-18T07:27:00.081-07:00SEMANA 25. Todos apretujados en aquel enorme congeladorFRASE DE COMIENZO: <br /><br />Autor: Adrián Romero Guerrero<br />Título: Hielo<br /><br />Todos apretujados en aquel enorme congelador, quietos, ni un solo suspiro, tan solo el aire resonando en las metálicas paredes.<br />Una avalancha de pisadas se aproximaba a la sala: el tanatorio se llenó de dolor.<br /><br />Autor: Marco Muñoz Pérez<br />Título: El congelador siniestro<br /><br />Todos apretujados en aquel enorme congelador. No era uno corriente: ahora todos los que residían dentro eran iguales. Tanto los barrenderos y cajeros como los grandes abogados que lo ocupaban tenían la misma importancia, el mismo trato, el mismo destino: una visita del forense.<br /><br />Autora: María Sirgo González<br />Título: Polo Norte<br /><br />Todos apretujados en aquel enorme congelador humano. Todos eran víctimas del accidente aéreo.<br />De golpe, me vi viajando por el espacio estelar, contemplando la grandeza del universo, como un astronauta más. Millones de estrellas me rodeaban y alguna estrella fugaz pasaba relativamente cerca. No tengo mucha idea, pero a lo lejos creí distinguir Saturno, la Osa Mayor y la constelación de Orión. A medida que se me pasaban los efectos del golpe, me sentía menos astronauta.<br /><br />Autora: Sofía Moro García<br />Título: Un congelador extraño<br /><br />Todos apretujados en aquel enorme congelador, vestidos de forma extraña, en pijama; todos asustados, temerosos de que algo pase… Yo sólo observo, aprendo de mis superiores y me limito a obedecer sin preguntar. Se oyen golpes, personas desplomadas en el suelo. Olvido. Vuelvo a llenar el congelador.<br /><br />Autor: Jonathan Tadeo Leiva<br />Título: Consecuencias<br /><br />Todos apretujados en aquel enorme congelador. Así estábamos. Se nos acababa el aire y cada vez estábamos más cerca de la muerte. Hiciéramos lo que hiciéramos, moriríamos. Uno por uno fuimos cayendo, como moscas. Primero, Fernández; después, González; tras él, i hermano. Me habría gustado reprocharle: “Te lo dije”. Y así, una larga lista de familiares y amigos hasta que me quedé solo. Entonces, silencio.<br /><br /><br /><br />Autora: Lucía Sánchez Martín<br />Título: 13 de octubre de 1972<br /><br />Todos apretujados en aquel enorme congelador como si de sardinas nos tratásemos. No recuerdo experiencia peor, la verdad. Nos apretujábamos los unos contra los otros en un inútil intento de conseguir unos grados de temperatura y buscábamos comida debajo de las piedras, literalmente. Aún no estoy seguro de qué llegó primero: el canibalismo, la desesperación o el ansia de supervivencia.<br /><br />Autor: David Vives Kruse<br />Título: Locura violenta<br /><br />Todos apretujados en aquel enorme congelador y, aunque el congelador fuera más grande, también se llenaría en poco tiempo. Esto es deprimente: cada día veo entrar muertos de personas que no merecían morir. Esto no parece un hospital, parece un cementerio. Yo espero el día en que termine la masacre. Y rezo a Alá para que Gadafi reflexione sobre sus actos.<br /><br />Autora: Sara Urbaneja Delgado<br />Título: Una pequeña broma<br /><br />Todos apretujados en aquel enorme congelador sin poder respirar aire puro. No sabíamos qué hacer: estábamos aburridos, pero a la vez tranquilos, pues sabíamos que pronto nos sacarían de allí. Nos pusimos a comer helado hasta hartarnos. Por fin, unos policías armados nos sacaron de ese congelador y nos llevaron a comisaría. Lo pasamos bastante mal, pero fue una tarde entretenida. Es lo que tiene ser un adolescente de 15 años…Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-29738470798518535352011-04-22T08:22:00.000-07:002011-04-22T08:23:10.354-07:00SEMANA 24ªFrase de comienzo: Un apuesto joven al que besó en los labios con dulzura.<br /><br />Autora: Lucía Sánchez Martín<br />Título: Érase otra vez<br /><br />“Un apuesto joven al que besó en los labios con dulzura”. La madre cerró el libro y observó a su hija dormir tranquilamente. Sabía perfectamente lo que acababa de hacer y la conciencia la reconcomía por dentro. A partir del primer cuento de hadas no hay escapatoria: su hija sería otra víctima del príncipe azul que nunca llega.<br /><br />Autora: Nerea Vera Burgos<br />Título: ¿Realidad o ficción?<br /><br />“Un apuesto joven al que besó en los labios con dulzura se apartó de la princesa en cuanto vio su abultada barriguita”. La arropó y le dio el beso de buenas noches. No podía más: la historia familiar la superaba…<br /><br />Autora: Raquel Fernández Gallego<br />Título: Y la princesa eligió a la rana<br /><br />“Un apuesto joven al que besó en los labios con dulzura, un valiente príncipe que salvó a la princesa en apuros, el futuro rey más codiciado por su poder y belleza pide matrimonio a una vulgar costurera…”<br />Siempre imponiendo prejuicios y poniendo etiquetas. Ya es hora de cambiar, ¿no?<br /><br />Autor: Jorge Arroyo Blanca<br />Título: Besos letales<br /><br />Un apuesto joven a la que besó en los labios con dulzura fue el elegido por Pícara. Fue un beso fulminante: pasión y dulzura para sus labios, y veneno para su corazón.Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-78884284408990685792011-04-22T08:18:00.000-07:002011-04-22T08:24:10.919-07:00SEMANA 23ª.Frase de comienzo: Ella sabrá lo que hace<br /><br />Autor: Adrián Romero Guerrero<br />Título: Noventa y ocho velas<br /><br />“Ella sabrá lo que hace”, pensé. Cumplía noventa y ocho años y estaba como un roble. Sopló tan fuerte que despegó las llamas de las velas y la vida de su cuerpo.<br /><br />Autora: María Sirgo González<br />Título: Cogito ergo sum<br /><br />Ella sabrá lo que hace y lo que no hace, pero no me hará pensar que mi teoría no es válida: “Estás leyendo esto y vas a introducirte en mi mundo con pocas palabras. Pero tengo una verdad para contarte: somos nada en medio de la nada y eso… ¡nos hace completos! Somos pensamientos y, al pensar, nos hacemos físicos. Sí, puedes verlo. Estás terminando de leer esto, pero acabas de empezar porque logro abrir un pequeño espacio en tu mente que abarcará justamente cien palabras. Terminas de leer justo ahora. Comienzas a partir de aquí. Estás leyendo y, además, pensando. Eso te hace existir”.<br /><br />Autora: Imane Dergual<br />Título: Idénticas<br /><br />Ella sabrá lo que hace, siempre lo ha sabido. Yo no quiero que le pase nada malo, pero, bueno, ella sabe cómo hacer sus planes: los hace con tranquilidad y demasiada seguridad y entusiasmo. En cambio, yo estoy muy nerviosa, porque sé que, si sale algo mal, cargo yo con la culpa, aunque no haya hecho nada. Somos tan diferentes en nuestra forma de ser… Parece mentira que seamos gemelas.Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-77459932063506306792011-04-21T10:56:00.000-07:002011-04-22T08:16:59.119-07:00SEMANAS 20, 21 y 22MICRORRELATOS SELECCIONADOS:<br /><br />Frase de comienzo: Con este amargor tan extraño<br /><br />Autor: David Vives Kruse<br />Título: Cambio de sentido<br /><br />Con este amargor tan extraño, siento que me estoy hundiendo. No es en el mar ni en el río: es algo más ligero, es como el vacío. No sé si sentiré otra vez dentro de mí como si en primavera las mariposas empezaran a revolotear como locas; pero ahora en mi estómago no hay nada. No sé si volveré a sentir que alguien me importa más que mi vida. Desde que ella me dejó, no me siento el mismo.<br /><br /><br />Frase de comienzo: Totalmente<br /><br />Autora: Marian Robles Algar<br />Título: Respuestas<br /><br />−Totalmente – me dijo.<br />−Totalmente – le contesté.<br />−Totalmente – me contesté.<br />Maldito eco…<br /><br />Autora: María Sirgo González<br />Título: Dudas existenciales<br /><br />Totalmente inseguro de sí mismo, se colocó ante él.<br />“¿Quién eres?”, preguntó al espejo.<br /><br />Autora: Cristina Suárez Herrero<br />Título: Japón<br /><br />Totalmente destruido. Estoy confusa. Todo ha temblado. Oigo agua, mucho agua. El puente desaparece ante mis ojos, se destruye. El coche no va: me asusto. Las casas se mueven. El mar se ha apropiado de todo. Giro la cabeza y veo una gigantesca ola que viene hacia mí. Ahora soy yo la que tiembla.<br /><br /><br />Frase de comienzo: A mi mujer no le gusta que le fastidie sus estrategias<br /><br />Autor: David Vives Kruse<br />Título: La estrategia<br /><br />A mi mujer no le gusta que le fastidie sus estrategias y, cuando se las fastidio, se enfada. Pero se enfada no hablándome y dejándome sin cena. Por eso, cuando quiero ir con mis amigos a cenar, le fastidio sus estrategias. Me voy a cenar y luego mi mujer no me pregunta porque sigue enfadada. Esa es una gran estrategia.<br /><br />Autor: Adrián Romero Guerrero<br />Título: Blanco y negro<br /><br />A mi mujer no le gusta que le fastidie sus estrategias, pero, haciendo caso omiso, me dirigí como un soldado a la línea de batalla, como un loco con un cuchillo, como un asesino caminando silenciosamente. Solo al final pude esbozar una sonrisa y exclamar: “¡Jaque mate!”<br /><br />Autora: Lucía Sánchez Martín<br />Título: Enroque<br /><br />A mi mujer no le gusta que le fastidie sus estrategias. Si le muevo un centímetro alguna pieza del tablero, ya viene gritándome y jurando en hebreo. Últimamente sólo sale de su despacho para cenar y a veces ni eso. Estoy empezando a temer que la reina y ella tengan algún lío…Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-68464184375297969692011-03-11T08:35:00.000-08:002011-03-11T08:36:26.051-08:0019ª SEMANA. ¿Por qué me mira así?Autora: María Sirgo González<br /><br />Título: Paradoja<br /><br />“¿Por qué me mira así?”. Me desperté sobresaltada por los gritos, bañada en sangre con un puñal clavado en el medio de mi pecho. “Menos mal”, me dije “es sólo una realidad”. Y seguí durmiendo. <br /><br />Autora: Cristina Suárez Herrero<br /><br />Título: En el Louvre<br /><br />¿Por qué me mira así? No pensé que su mirada me iba a cautivar tanto. Llevaba muchos años viendo su fotografía en un papel, en libros, en Internet, pero verla de cerca merece la pena tan largo viaje. Al mirarla no sé si siente felicidad o tristeza. Lo que sí causa es admiración.<br /><br />Autora: Teresa Terrón Rodríguez<br /><br />Título: Se busca cajera<br /><br />− ¿Por qué me mira así? Ah, ya. Estoy acostumbrada: me miro todos los días en el espejo. Ellos no me suelen ver, pero eso va a cambiar, porque ya es hora.<br />No deja de mirarme… se me está haciendo la cola más larga de mi vida, pero merece la pena. Te cuelgo, es mi turno.<br />− Buenas, lo rellena y lo mete en el buzón aquel.<br />− Gracias.<br />La señora tras el mostrador ríe, disimula tosiendo.<br />Camila se acerca al buzón y alarga la mano, se pone de puntillas, pero todo es en vano. Entonces tira el formulario y el trocito de periódico.<br />− Hubiera sido mejor no perder tiempo en salir de casa.<br /><br />Autora: Imane Dergual<br /><br />Título: Paranormal<br /><br />− ¿Por qué me mira así? ¿Hay alguna cosa que quiera decirme? Porque, si no, deje de mirarme así, es incómodo – dijo Elizabeth como respuesta a la mirada tan extraña y aterrorizada del señor que estaba en la puerta del ascensor. Después, entró en su departamento. Todo estaba oscuro; ella estaba agotada y tenía dificultad para andar; arrastraba los pies y se sentía como alguien que acaba de levantarse de su tumba.<br />Encendió las luces, se vio reflejada en el espejo, y entonces entendió la mirada del señor de antes: estaba medio descompuesta porque de verdad acababa de levantarse de su tumba.<br /><br /><br />Autor: Marco Muñoz Pérez<br /><br />Título: Nueva amistad: la soberbia<br /><br />¿Por qué me mira así? Últimamente está muy raro. Ha cambiado mucho. Las malas influencias le están deformando su forma de ser. No es como antes. Habrá que bajarle los humos. “Joaquín, baja a ponerte una amonestación”.<br /><br />Autora: Bárbara Tello Durán<br /><br />Título: Ella<br /><br />¿Por qué me mira así? Quizás es porque se siente decepcionada. No dice nada, pero sus infinitos gestos de preocupación lo dicen todo. Cómo intenta aguantar las lágrimas, al igual que una nube contiene la primera gota, hasta que las deja resbalar por su mejilla, y entonces unos fuertes relámpagos de emociones fracturan el silencio. Quizás lo peor que puedes hacer es ocultarle a tu madre algo así…Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-71935059778236435452011-02-21T07:05:00.000-08:002011-02-21T07:07:19.124-08:00Semana 18ª Desde que tengo turno de noche apenas coincidimos en casa.Autora: Lucía Sánchez Martín<br /><br />Título: Nueva generación<br /><br />Desde que tengo turno de noche apenas coincidimos en casa, ahora pasamos más tiempo juntos fuera. Por el día le acompaño al centro de desintoxicación y por las noches nos vemos en el club. Si yo estoy libre, nos vamos a una de las suites. Si no, se queda tomando algo. Hasta ahora las cosas han marchado bien así, menos cuando lo veo riéndose con alguna de mis compañeras, ya que los celos nos hacen discutir.<br />Hoy, uno de los clientes me ha preguntado por el moratón de la cadera. Espero que no se haya quejado al jefe…<br /><br />Autora: Marian Robles Algar<br /><br />Título: Cambio<br /><br />Desde que tengo turno de noche apenas coincidimos en casa. No coinciden las sonrisas, las lágrimas, las miradas, sean tristes o alegres; no coinciden los momentos, no coinciden los gustos, no coinciden las opiniones, no coinciden los sueños no coinciden las metas, las expectativas. No coincide lo que sentía con lo que siento.<br /><br />Autora: María Sirgo González<br /><br />Título: Una urna en la estantería<br /><br />Desde que tengo turno de noche apenas coincidimos en casa. Aunque no lo tuviera tampoco coincidiríamos. Son las dos de la tarde y acabo de ponerme el pijama, ya me voy directa a la cama. Hoy ha sido un día muy duro de trabajo. Me cae encima como un jarro de agua fría y no puedo hacer nada. Me despierto como siempre, a las cinco, soñando que sigue aquí conmigo. Ya no me doy cuenta de que los días no son lo que antes eran. Y de que ya no duermo para descansar, últimamente duermo para soñar con él; para vivir. Mi vida es la mentira, mi sueño… la verdad.<br /><br />Autor: Antonio David Ramírez Díaz<br /><br />Título: 016<br /><br />− Desde que tengo turno de noche, apenas coincidimos en casa.<br />− Es que no me apetece: tus amenazas cada vez me duelen más.<br /><br />Autor: David Vives Kruse<br /><br />Título: El turno de tristeza<br /><br />− Desde que tengo turno de noche, apenas coincidimos en casa – le dije serio.<br />− Pues entonces deberías cambiar – me dijo ella.<br />Miré confuso a mi esposa. Siempre la entendía, pero esta vez se quedó corta. Esperaba que dijera algo más, pero se quedó callada.<br />− Pero, ¿Qué cambie de trabajo o de turno?<br />− No. De mujer.<br /><br />Autora: Sara Varela Serrano<br /><br />Título: Ambición<br /><br />Desde que tengo turno de noche apenas coincidimos en casa y esto está deteriorando nuestra relación.<br />Mis miedos eran ciertos: económicamente vivimos mejor, pero el precio es alto. Ya no tenemos tiempo para nosotros, y todo por la ambición de tener más y más. Deberíamos organizarnos mejor o la batalla la ganará el dinero y no el amor. En los cuentos, el príncipe azul siempre gana, pero en la realidad el villano a veces puede más.<br /><br />Autora: Bárbara Tello Durán<br /><br />Título: I would like…<br /><br />− Desde que tengo turno de noche apenas coincidimos en casa.<br />Tan seguida dijo la frase que se juntaron las letras con la salsa del cordero y el pan.<br />Se miraban mientras comían. Ella se escondía entre bocado y bocado: evitaba toda clase de preguntas relacionadas con su trabajo de noche. Él nunca podría saber lo que urdía cada noche, para ella, fantasiosa noche.<br /><br />Autor: Josh Peters<br /><br />Título: Adiós<br /><br />“Desde que tengo turno de noche, apenas coincidimos en casa. Y cuando coincidimos, pasan desgracias: el lunes te pilló un coche, el martes te cayó un rayo, el miércoles te caíste por las escaleras, el jueves se murió tu abuelo y hoy, viernes, te dejo”. Y cayó al suelo desplomado.Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-31082611196206432662011-02-21T06:58:00.000-08:002011-02-21T06:59:08.878-08:00Semana 17ª. Le cobran en aquella fila de la izquierda, si no le importa.Autora: Lucía Sánchez Martín<br /><br />“Le cobran en aquella fila de la izquierda, si no le importa”. Así reza el cartel que colgaron cincuenta años atrás, el cual ha perdido el color amarillo chillón que en sus tiempos lo caracterizó. El cristal de las taquillas está roto y las paredes desconchadas, apenas sin pintura. Todavía recuerdo las tardes de invierno pasadas con ella en el interior de este viejo cine que hoy mira la calle con recelo, como un abuelo vigilando a sus nietos desde lejos.<br />─ Costará mucho arreglar todo esto… – sus ojos siguen brillando como entonces y aún hoy me siguen dando fuerzas.<br />─ Nadie dijo que fuera a ser fácil.<br /><br />Autora: Laura Cruz Amaya<br /><br />Título: Cola<br /><br />─ Le cobran en aquella fila de la izquierda, si no le importa – dijo la dependienta con el ceño fruncido.<br />Llevaba treinta y siete minutos en la cola y otra vez tendría que esperar. No dije nada, sólo suspiré. Calculé el tiempo que me quedaba: tenía aún diez minutos para llegar a mi destino. Las manos me sudaban.<br />Quedaban tres minutos. Me preguntaba si alguien me echaría en falta en el partido. Un minuto. Salí lo más rápido que pude, a toda velocidad. Cogí el coche. Una curva, un descuido, un derrape, un segundo es lo que hace falta para quedarse en el recuerdo.<br /><br /><br />Autor: Adrián Romero Guerrero<br /><br />Título: Negocios<br /><br />─ Le cobran en aquella fila de la izquierda, si no le importa.<br />Él sonrió. Siempre ha sido el mejor postor, desde joven.<br />Un pesado maletín se desprendió de sus manos. Sayid recogió a la joven, tapada por el velo. El negocio familiar le ha convertido en lo que es ahora.<br /><br />Autor: Josh Peters<br /><br />Título: Maldita cajera<br /><br />─ Le cobran en aquella fila de la izquierda, si no le importa – dijo la cajera que cerraba su caja.<br />En ese momento pensé: “¿Por qué tengo que pagar? No quiero pagar; esta mujer quiere matarme, seguro”.<br />─ ¡Déjeme en paz! – grité.<br />Entonces empecé a pegarle en la cara, porque no quería que me hiciese daño. Fue defensa propia. Después, los guardias me confundieron con la cajera asesina y me llevaron a la cárcel. ¡Están locos! ¡Me confundieron con la cajera!<br /><br />Autora: Marian Robles Algar<br /><br />Título: La espera<br /><br />“Le cobran en aquella fila de la izquierda, si no le importa”. La verdad es que no me importaba. Junto a él podría permanecer toda mi vida, es parte de mí. Tiene los ojos azul cielo y los labios carnosos. Se le veía tan contento, tan feliz. Lo normal, casi siempre lo está. Mientras esperamos, le saco el biberón: empieza a tener hambre. Es una espera larga.Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-1972203381306082872011-02-11T08:06:00.001-08:002011-02-11T08:06:53.567-08:0016ª SEMANA. Y se la tuvo que llevarFrase de comienzo: Y se la tuvo que llevar<br /><br />Autor: David Vives Kruse<br /><br />Título: Feliz cumpleaños…<br /><br />Y se la tuvo que llevar: cogió la bici roja y la colocó en la baca de su coche. El dependiente se despidió de ella y entró en la tienda. Ella entró en el coche y pensó en la cara que iba a poner su sobrino al ver que no iba a tener la bici azul que quería para su cumpleaños.<br /><br />Autor: Marco Muñoz Pérez<br /><br />Título: Una buena adicción<br /><br />Y se la tuvo que llevar, en la mano. A ella y a todos sus amigos. Y a sus padres y a sus familiares, tíos, abuelos, incluso su casa. Todo. No sabía por qué y, claro, se preocupó. Entonces fue al médico. Y este le dijo: “Tranquilo, no se preocupe, usted tiene lo que llamamos una profunda adicción a la lectura”.<br /><br />Autora: María Sirgo González<br /><br />Titulo: Sueños<br /><br />Y se la tuvo que llevar de aquel extraño lugar como cada noche, sus ruegos y llantos acabaron convenciéndolo. Sentía algo especial por ella, pero se obstinaba en no aceptarlo. Y se despertó completamente solo en la cama, como cada mañana.<br /><br />Autora: Lucía Sánchez Martín<br /><br />Título: Un trabajo duro<br /><br />Y se la tuvo que llevar pese a las demoledoras súplicas que la instaban a hacer lo contrario.<br /><br />─ ¡Mamá! ¡Mamá! ¡Ven aquí, por favor! – Los gritos de la pequeña se hacían hueco entre los millones de lágrimas que empapaban su inocente carita. Cada una era una razón más para dejarla correr de vuelta a casa. – ¡Mamá! ¡Papá! ¡Tengo miedo, mamá!<br /><br />La sujetó un poco más fuerte y la montó en el coche. Al atarle el cinturón, pudo ver varios moretones en su brazo. Al levantar la cabeza y ver de nuevo la cicatriz de su cara, estuvo segura de que estaba haciendo lo correcto.Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-77492602997616089822011-02-11T08:03:00.000-08:002011-02-11T08:04:40.802-08:0015ª SEMANA. La bala, en la sienFrase de comienzo: La bala, en la sien<br /><br />Autora: Lucía Sánchez Martín<br /><br />Título: Frío<br /><br />La bala, en la sien. Una sonrisa macabra se formó en su rostro. El cadáver aún parecía respirar bajo sus pies. Se paró unos segundos más delante de él, lo observó y se sintió satisfecha de sí misma. Dio media vuelta, recogió su copa de champán y salió al jardín. Estaba lloviendo.<br />Rodeada de rosas rojas, miró una vez más atrás y vio correr la sangre por la alfombra del salón como persiguiéndola, como si pudiese darle alcance, vengativa. Dio un sorbo, se arregló el cuello de la chaqueta y salió de la casa, completamente feliz.<br /><br />Autor: Adrián Romero Guerrero<br /><br />Título: Casquillos<br /><br />La bala, en la sien. El cilindro de cobre bailó sobre las baldosas de mármol al caer en aquella vieja azotea. La sombra bajó por las escaleras. Olor a mar, un estruendo en el muelle. No había cadáver, ni sangre. Tendría que explicárselo a Ed.<br /><br />Autor: Diego Chillón Pino<br /><br />Título: Pedazos<br /><br />─ ¿La bala? En la sien.<br />─ Los brazos…<br />─ En algún punto del lago.<br />─ ¿Y el resto del cuerpo?<br />─ En la playa.<br />─ Buen trabajo.<br /><br />Autor: Raquel Fernández Gallego<br /><br />Título: Un experto en conexión<br /><br />La bala, en la sien, la del último beso, la que falló el amor. La flecha, en el corazón, la del primero, la que el famoso angelito acertó…<br /><br />Autor: Marco Muñoz Pérez<br /><br />Título: Solo una obra, aparentemente<br /><br />La bala, en la sien. Todos disimularon sobre el escenario, como si formara parte del espectáculo incluso la sangre que bañaba el decorado de la obra.<br /><br /><br />Autor: Bárbara Tello Durán<br /><br />Título: Situaciones paralelas<br /><br />La bala, en la sien incrustada, en lo más profundo del cráneo. Una gran mancha impregna todo de color rojo. Él se encontraba en la misma situación, incrustado en lo más profundo de una insólita ciudad. Una gran mancha de indios lo rodea. Siente que lo persiguen. Mira, no ve a nadie, oye ruidos siniestros. En ese mismo instante, Guillermo pulsa el botón “Pause” y va a merendar. Le rugen las tripas.<br /><br />Autora: María Sirgo González<br /><br />Título: Todo lo que nace se apaga<br /><br />“La bala, en la sien. Calle principal a las siete y cuarto de la tarde. El nombre no te interesa. Tienes la foto”. Ya tenía cómo, quién, dónde y cuándo, pero me faltaba el porqué. Esto de ser asesino a sueldo no me parece un trabajo limpio.<br /><br />Autor: David Vives Kruse<br /><br />Título: No es un juego<br /><br />La bala, en la sien; recargo munición, luego en el brazo, luego en la pierna, luego en el abdomen… Ya no aguanta más y se desploma en el suelo.<br />─ Buen trabajo – me dice el teniente.<br />Yo sonrío con aires de superioridad, y me voy.<br />─ ¡Volved a colocar el muñeco! – grita el teniente –. Francisco, hora de lucirse.Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-55417346005168216762011-01-29T07:53:00.000-08:002011-01-29T07:56:19.959-08:0014ª semana. Todo el mundo sabía que era una mujer balaAutora: Imane Dergual<br /><br />Título: Memoria perdida<br /><br />Todo el mundo sabía que era una mujer bala. Todo el mundo, menos ella. La estaban mirando de una forma extraña y ella estaba curiosa y no sabía lo que pasaba a su alrededor. No sabía nada, no sabía dónde estaba, quiénes eran esas personas y ni siquiera su nombre. Le sangraba la cabeza.<br /><br />Autor: Adrián Romero Guerrero<br /><br />Título: Cañones<br /><br />Todos sabían que era una mujer bala, menos yo. No sé si es que siempre llego tarde o, simplemente, me excluyen.<br />La mujer que más me ha dado en la vida se ha ido. Supongo que guardaré su traje en el armario.<br /><br />Autora: María Sirgo González<br /><br />Título: Gracias<br /><br />“Todo el mundo sabía que era una mujer bala”. Esa era la frase de su lápida. En efecto, mi mamá lo era.Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-30848372921011507282011-01-29T07:49:00.000-08:002011-01-29T07:52:23.544-08:0013ª semana. (Más tarde, con el tiempo,) plantaremos un árbolAutora: María Sirgo González<br /><br />Título: Si yo, tú<br /><br />Más tarde, con el tiempo, plantaremos un árbol, escribiremos un libro y tendremos un hijo, pero siempre juntos. Quiero desarrollar una historia donde el desenlace seamos nosotros. Donde tú y yo estemos orientados aunque no conozcamos el camino. ¿Por qué? Porque el amor es como don Quijote, que tan solo recobra la cordura para morir.<br /><br />Autor: Adrián Romero Guerrero<br /><br />Título: Sangre de tu sangre<br /><br />─ Plantaremos un árbol – le dije.<br />─ ¡Y también podemos publicar nuestra novela! – me contestó.<br />Nos miramos. Parecía ridícula la conversación, nunca conseguiremos superar la muerte de Carl.<br /><br />Autora: Nerea Vera Burgos<br /><br />Título: Últimas horas<br /><br />─ Plantaremos un árbol gigante en mi habitación que tenga hojas rosas, y después constrúyeme un iglú en el jardín en el que pueda echarme la siesta tranquilo.<br />─ Papá, por favor. Ven, échate aquí y descansa.<br />Hoy el dolor era insoportable; hemos tenido que duplicar la dosis. Todo esto se acabará pronto.<br /><br />Autor: Octavio M. Villa Dans<br /><br />Título: Novedades<br /><br />“Plantaremos un árbol en el jardín, mamá”, dijo Pablo.<br />“¡Pero tú eres tonto! El jardín es de cemento”, dijo su madre.<br />Y Pablo tocó con su bastón el suelo, tanteándolo, y asintió. Después subió desilusionado a su habitación.<br />“Todavía no está acostumbrado a la casa nueva ni a su ceguera”, pensó la madre.<br /><br />Autora: Luisa Guzmán Hermoso<br /><br />Título: Un simple sueño<br /><br />Plantaremos un árbol que vuele, cante, baile, nos proteja, luche contra villanos y sea nuestro amigo.<br />─ Niños, despertad, que llegamos tarde.<br />─ Mamá, ¿los árboles pueden volar?Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-16572968235736255262010-12-22T07:23:00.001-08:002010-12-22T07:23:32.312-08:0012ª SEMANA, Fin del juegoFrase de comienzo: Fin del juego<br /><br />Autora: Imane Dergual<br /><br />Título: Un juego involuntario<br /><br />Fin del juego. Ya terminó todo. Ahora me he convertido en uno de los espectadores mirando a los que todavía siguen jugando.<br />Es un juego involuntario que empieza con nuestra existencia. Hay algunas reglas, pero no todos las siguen, y el premio es diferente para cada uno. No se sabe quién es el ganador ni el perdedor, sólo el jugador. Nadie elige empezar el juego, pero sí acabarlo poniendo límite a su vida.<br /><br /><br />Autora: María Sirgo González<br /><br />Título: Ley de Murphy<br /><br />Fin del juego, se acabó. La vida es así. En la vida hay dos tipos de cosas: las importantes y las que te importan… Es así de simple, y la tostada caerá siempre del lado de la mantequilla. Así que deja de darle vueltas al mundo que ya gira solo.<br /><br /><br />Autor: Diego Chillón Pino<br /><br />Título: Venganza<br /><br />─ Fin del juego, general Soap. No puedes escapar. Te tengo justo donde quería. ¿Qué vas a hacer? ¿Arañarme como la otra vez? – Soltó una risa forzada.<br />No hubo respuesta.<br />John apuntó al oso con el rifle y apretó el gatillo con su mano ortopédica.<br /><br /><br />Autora: Teresa Terrón Rodríguez<br /><br />Título: ¡Revancha!<br /><br />Fin del juego. Corre a la cocina y se prepara un bocata de Nutella. Oye unos gritos y asoma su pequeña cabeza: el panorama, el que esperaba. Coge el bocata y se dirige a su cuarto.<br />─ ¡Quiero la revancha!<br />Antes de entrar mira a su madre tirada en el suelo.<br />─ ¿Por qué lloras? ¡Pide la revancha!<br />Lástima, ella ya no puede. Nunca más podrá.<br /><br /><br />Autora: Nerea Vera Burgos<br /><br />Título: Ensayo<br /><br />Fin del juego. Todas las piezas encajan. Ya tengo todo lo necesario para inculparlo: las pistas, lugares donde estuvo, coartadas imposibles y el lugar del crimen. Solo me falta una cosa: hacerlo de verdad. Últimamente no resuelvo ni un triste caso…Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-76573650415692546822010-12-13T07:40:00.000-08:002010-12-13T07:41:01.993-08:0011ª SEMANA. Dile a papá que baje la tapa del váterRELATOS SELECCIONADOS <br />Frase de comienzo: Dile a papá que baje la tapa del váter<br /><br />Autor: Diego Chillón Pino<br /><br />Título: Recuerdos<br /><br />“Dile a papá que baje la tapa del váter. Voy a comprar chocolate para comerlo con tu padre. ¿Qué haces ahí quieto? Ayuda a tus hermanos en el gallinero”. Esas son las tonterías que dice. Desvaría y recuerda cosas de su infancia. Muchas veces la encuentro intentando cocinar. Me hincho de llorar cada vez que la veo así.<br /><br />Autor: Raquel Fernández Gallego<br /><br />Título: Por favor<br /><br />Recuerda a papá que baje la tapa del váter, mamá. Y ya, de paso, que recoja la mesa, que limpie en casa como hacemos tú y yo, que me recoja del colegio mientras estás trabajando, que se acuerde de que existo, que deje de beber… y que, por favor, deje de hacerte llorar.<br /><br />Autor: Lucía Sánchez Martín<br /><br />Título: Acabado en letra A<br /><br />“Recuerda a papá que baje la tapa” fueron las últimas palabras que la escuché decir. Ella, tan bromista como siempre, hasta el último momento. Intentó endulzarlo, como hacía con sus bizcochos. Me había estado preparando durante muchos años para aquel instante. Me había dicho que no pensase en ello, que iba a ser un acontecimiento más y ya está. Así quiso vivirlo ella, sin darle importancia, como si se tratase de un juego. Y, tal y como había hecho conmigo cuando yo era más pequeña, aquella tarde dejó ganar a la muerte al escondite…Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-7437939942943625632010-11-30T10:16:00.000-08:002010-11-30T10:18:25.546-08:0010ª SEMANA. Esta mañana he vuelto a encontrar la tapa del váter levantadaAutora: Lucía Sánchez Martín<br /><br />Título: Mágica rutina<br /><br />Esta mañana he vuelto a encontrar la tapa del váter levantada. Se lo tengo dicho, pero nunca me hace caso. No hay desayuno que no esté acompañado de la misma conversación de siempre. Yo le digo: “Baja la tapa cuando vayas al baño por la noche”, y él responde:”Ya te he dicho que no llego”. Y, tras la excusa diaria, un ligero beso en la frente, de puntillas. Me exaspera. Y aun así me pasaría todas las mañanas de mi vida bajando yo la tapa que él deja olvidada aposta. Tener un gnomo viviendo en tu casa es una suerte que no todos poseen…<br /><br /><br />Autora: María Sirgo González<br /><br />Título: Un vacío, una ausencia<br /><br />“Esta mañana he vuelto a encontrar la tapa del váter levantada, pero yo la bajé anoche, de eso estoy segura. Cada día pasa algo distinto.”<br />Mi cuchillo en su espalda, gritos. Fin del juego.<br /><br /><br />Autora: Raquel Fernández Gallego<br /><br />Título: Borrador de recuerdos<br /><br />Esta mañana he vuelto a encontrar la tapa del váter levantada, la cama deshecha, el pan quemado en la tostadora y el calendario de la cocina mostrando un día pasado. También me he encontrado el cerebro de mi madre, antes tan minucioso y ordenado, haciéndose trizas.<br /><br /><br />Autora: Bárbara Tello Durán<br /><br />Título: Será costumbre<br /><br />Esta mañana he vuelto a encontrar la tapa del váter levantada. Será costumbre, me he pasado diecisiete años de mi vida levantándola. Ahora, me tendré que acostumbrar a comportarme como lo que siempre me he sentido: una mujer.<br /><br /><br />Autor: Adrián Romero Guerrero<br /><br />Título: Rutinas<br /><br />Esta mañana he vuelto a encontrar la tapa del váter levantada. “Seguro que ha estado aquí”, he pensado. Me he dirigido a la cocina y he confirmado mis sospechas al ver un plato en la mesa. Roberto siempre muere una vez a la semana. He cogido un trozo de pan y he empezado a roerlo mientras me dirigía al otro cuarto de baño. Mi hermano estaba en la bañera con el brazo metido en el agua teñida de rojo. Mamá tendrá que limpiarlo todo.<br /><br /><br />Autora: Paula Marina Díaz<br /><br />Título: Esclavitud<br /><br />Esta mañana he vuelto a encontrar la tapa del váter levantada, la pasta de dientes abierta, el grifo goteando, la ropa sucia a la entrada y la alfombrilla arrinconada.<br />Nunca cambiará. Diez años diciéndole cada mañana que sea un poco más cuidadoso, pero nada. Seguirá con sus manías y sus descuidos, sin importarle absolutamente nada.<br />A mí me toca callar, al fin y al cabo es el que me da de comer.Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-55327052482398272972010-11-24T11:47:00.000-08:002010-11-24T11:52:29.011-08:009ª SEMANA. A mí me empiezan a entrar dudasRELATOS SELECCIONADOS <br />Frase de inicio: A mí me empiezan a entrar dudas<br /><br />Autor: Joshua Peters<br /><br />Título: La hora de la verdad<br /><br />A mí me empiezan a entrar dudas de si verdaderamente soy capaz de hacer esto por mucho daño que él me haya hecho: no se detuvo ni un segundo para matar a mi padre. Pero yo, en cambio, lo tengo enfrente, tengo mi pistola y, por más que quiero apretar el gatillo, mi cuerpo no me deja… y el asesino se escapa.<br /><br />Autora: Paula Domínguez Domínguez<br /><br />Título: Cielo vacío<br /><br />A mí me empiezan a entrar dudas, esto no me encaja bien, el cielo está vacío. No puedo quedarme quieta, es imposible: aquello que tanto me ha costado conseguir se irá al traste… y tantos sueños perdidos por una simple pieza que no encaja bien en este puzle.<br /><br />Autora: Raquel Fernández Gallego<br /><br />Título: Metódico<br /><br />A mí me empiezan a entrar dudas, pero pienso en mi hija, en los titulares: “Desaparecida Alice Morris”, “Se halla el cuerpo de la joven”, “No se encuentra al asesino”.<br />Yo ya lo encontré, no existe el crimen perfecto.<br />Me dirijo a su casa, lo conozco perfectamente: estará en el bar bebiendo para después ir a casa y volver a beber. De hecho, ahí está el vaso, ya preparado – como si se tratara de algo muy complicado de preparar… Voy hacia él y echo unas gotas de veneno.<br />Listo. Y si mi crimen no es perfecto, eso ya me da igual.<br /><br />Autor: David Vives Kruse<br /><br />Título: Un susto de muerte<br /><br />A mí me empiezan a entrar dudas, y no sé qué hacer. En la noche no lo puedo distinguir: esa persona viene hacia mí y, con la niebla, me resulta difícil verle. Veo que viene tapado hasta la cabeza con una gran capa negra y tiene en sus brazos una guadaña. Yo no me muevo y lo observo. Entonces se quita la capa y veo que es mi dueño que ha vuelto del campo. Empiezo a mover la cola y ladro de alegría.<br /><br />Autora: Lucía Sánchez Martín<br /><br />Título: La última pieza de un puzle perfecto<br /><br />A mí me empiezan a entrar dudas sobre quién decidió pintar este maldito dibujo que vuelve loca a la gente, que es culpable de tanta tristeza y de tanta felicidad a la vez. ¿Quién trazó ese boceto y lo dejó ahí para que nosotros lo fuésemos repasando poco a poco? ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué nos dejó a nosotros la responsabilidad de pintar nuestro propio camino y no terminó él mismo de darle forma? Somos un simple borrador a medio terminar, somos la tinta de un libro que tarde o temprano llega al final…<br /><br />Autora: María Sirgo González<br /><br />Título: A las estrellas, por favor<br /><br />A mí me empiezan a entrar dudas: es demasiado bonito, no puede ser real. El soplo del viento va desnudando los árboles lentamente, noto tu pelo acariciando mi cara y enredándose con el mío, el viento paseando por mi espalda. Escucho nuestra respiración alterada, un poco más alta de lo normal; el ruido de los coches, aunque cada vez se oye menos… Los besos van profundizando, las caricias son cada vez más lentas pero más intensas. Ya no oigo los ruidos de la ciudad…<br />− Cariño, ¿dónde estamos?<br />− Volando…Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-34573914838981187432010-11-17T14:41:00.001-08:002010-11-17T14:42:22.289-08:00Hasta que la muerte nos separe. 8ª Semana.Frase de inicio: Hasta que la muerte nos separe<br /><br />Autora: Cristina Suárez Herrero<br /><br />Título: Blanca y Negro<br /><br />“Hasta que la muerte nos separe”. Fue lo que le dijo el Rey Negro con malicia a la Reina Blanca desde su territorio oscuro y sombrío. Miraba la majestuosidad, brillantez y belleza de su oponente. Observaba cómo su ejército derrotaba pieza a pieza a su enemigo. Su victoria no era muy común últimamente. Esta vez era él quien había ganado. Se dirigió a la Reina y le dijo: “Jaque mate”.<br /><br />Autor: Diego Chillón Pino<br /><br />Título: Enamoramiento<br /><br />− Hasta que la muerte nos separe – dijo Andrés. Qué irónico. Sobre todo viniendo de su boca. Yo sabía que la muerte llegaría pronto. Sólo quería mi dinero. Pero a mí me daba igual eso. Quería estar con él aunque fuese sólo unos días. Lo amaba.<br /><br />Autor: Marco Muñoz Pérez<br /><br />Título: Las memorias del fotógrafo<br /><br />“Hasta que la muerte nos separe”, dijeron todos como demostración de la fuerza del vínculo del grupo. El fotógrafo hizo unos suaves movimientos hasta que, por fin, consiguió enfocar el objetivo de su cámara. Todos estaban muy concentrados, expectantes. Minutos después, se felicitaban los unos a los otros y a él sobre todo, ya que había sacado la foto justo en el momento adecuado.<br />Desde los cazas todos contemplaban satisfechos… cómo Hiroshima ardía como el mismísimo infierno tras impactar la bomba.Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-60604725553147986222010-11-10T14:44:00.001-08:002010-11-10T14:45:51.883-08:00Mañana ya no podrán. Relatos seleccionados de la 7ª semanaFrase de inicio: Mañana ya no podrán<br /><br />Autora: María Sirgo González<br /><br />Título: Ponle freno<br /><br />Mañana ya no podrán aconsejarle. Ni siquiera hoy. Ese viaje, ese estúpido móvil y esa pasión por recorrer mundo. Me lo decían a menudo: “No hagas dos cosas a la vez”. Habláis pero no cumplís. Lo siento. Os echaré de menos. Espero que vuestro último viaje a lo más alto haya sido menos doloroso para vosotros que para mí. Huérfana.<br /><br /><br />Autor: Adrián Romero Guerrero<br /><br />Título: Dieciocho<br /><br />Mañana ya no podrán bailar por la calle. Ni se encontrarán su habitación recogida. Tampoco soñarán con volar. Mañana dejarán de ser libres. No volverán a ser iguales. Hoy veo cómo están entre dos mundos muy distintos. Mañana serán adultos.<br /><br /><br />Frase de inicio: La persona que más te ha dado en la vida<br /><br />Autora: Teresa Terrón Rodríguez<br /><br />Título: Precipitación<br /><br />La persona que más te ha dado en la vida se te ha ido y deseas entonces irte también tú. Los coches veloces salpican pisando los grandes charcos. Estás empapado al igual que la barandilla. Resbala, pero no tienes miedo porque tienes claro el siguiente capítulo de tu vida. Caes, y ahora te vienen todos los anteriores. Pasan rápidamente ante tus ojos, no se te escapa ni uno. Y es ahora cuando te das cuenta de que es un error. Miras a todos lados desesperado buscando una segunda oportunidad. No la hay. En breves momentos te habrás ido. Como deseabas, ¿no?<br />Plof. Habértelo pensado dos veces.<br /><br /><br />Frase de inicio: Me pregunto si estarán igual de contentos cuando sepan la verdad<br /><br />Autor: Marco Muñoz Pérez<br /><br />Título: Pintores<br /><br />−Me pregunto si estarán igual de contentos cuando sepan la verdad – dijo el más joven del asiento trasero del monovolumen.<br />−Sí. Al final, la pintura les va a salir más cara de lo que pensaban – respondió el copiloto.<br />Como una flecha, llegaron a la entrada del banco. Los seis hombres, disfrazados con monos, sacaron grandes cubos de pintura, se marcharon hacia el banco y entraron. El director se dirigió contento hacia ellos a la vez que éstos sacaban disimuladamente unas ametralladoras del interior de los botes de pintura. Minutos más tarde, los “pintores” habían bañado de un color granate las viejas paredes del banco.Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-43512028312253644842010-11-03T08:19:00.001-07:002010-11-03T08:20:15.662-07:00Veo a mi ángel de la guarda. Selección de la 6ª SemanaRELATOS SELECCIONADOS 6ª SEMANA<br /><br />Frase de comienzo: Veo a mi ángel de la guarda<br /><br />Título: La gran batalla<br /><br />Autor: Jorge Arroyo Blanca<br /><br />Veo a mi ángel de la guarda salvándome constantemente. La última vez que lo vi fue en la que estuve más cerca de la muerte: esquivando aquella inmensa apisonadora y las grandes bombas que caían del otro lado. No paraba: era una lucha entre la vida y la muerte que no cesó hasta que su madre llamó al niño. Esquivando migas de pan, por fin pude llegar al hormiguero.<br /><br />Frase de comienzo: Se avecina tormenta<br /><br />Título: Sí, quiero…<br /><br />Autor: Raquel Fernández Gallego<br /><br />Se avecina tormenta, algo no previsto. Empieza a llover y los invitados del barco empiezan a asustarse. Algunos rezan para que no vaya a más.<br />La lluvia se intensifica, empiezan a caer rayos y a sonar truenos. El barco se balancea. Empieza a entrar agua. El capitán dice que no nos preocupemos, pero rehuye la mirada: mentira.<br />Al menos algo es cierto: hasta que la muerte nos separe…<br /><br />Frase de comienzo: No quiero decirle adiós<br /><br />Título: Trágico<br /><br />Autor: David Vives Kruse<br /><br />No quiero decirle adiós, lo es todo para mí. Es como una vela que con un soplido se apaga y se acaba, no hay vuelta atrás. Cojo aire para poder sentirla, lucho por retenerla. Lloro porque veo que se va y no lo puedo evitar. No puedo luchar más, ya no tengo fuerzas para contenerla. Se me fue la vida.Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-7809949786377437032010-10-27T07:05:00.001-07:002010-10-27T07:06:16.839-07:005ª SEMANA. Rutinariamente, intercambio sus pulseras identificativasFrase de comienzo: Rutinariamente, intercambio sus pulseras identificativas.<br /><br />Título: Enfermos sin suerte<br /><br />Autora: Ailén Bruschetti Ricotti<br /><br />Rutinariamente, intercambio sus pulseras identificativas: hoy, Robert Walmet con Samuel Petersen, lo que quiere decir diabetes con arteriosclerosis. Las intercambio rápido, nadie me observa, sonrío, les doy una palmadita en la cabeza como siempre hago y me voy. Viene el enfermero de turno a darles la medicación. Suspiro tranquilo: en menos de dos horas estarán muertos. Los tacho de mi lista y voy por William y Rachel. Espero que disfruten de sus familias porque mañana ya no podrán.<br /><br />Título: Caos en la clínica veterinaria<br /><br />Autora: Paula Domínguez Domínguez<br /><br />Rutinariamente, intercambio sus pulseras identificativas y no sé por qué lo hago. Hace unas horas entró un pequeño caniche sucio y maloliente. Lo lavamos, lo peinamos, y el veterinario le puso la vacuna junto con la pulsera identificativa.<br />Juan, mi jefe, es el que decide dónde va a vivir el pequeño caniche, y me dijo:<br />- Marisa, llévalo a la jaula número cuatro.<br />No iba ni por la mitad del camino, con la pulsera en al mano, y ya estaba pensando a quién se la cambiaría: ¿al bóxer, al pastor alemán…? No sé, ya veré… ¡Pero no penséis que estoy loca!<br /><br />Título: Familia<br /><br />Autora: Imane Dergual<br /><br />Rutinariamente, intercambio sus pulseras identificativas. Después, me quedo mirándolos desde lejos. Las enfermeras los entregan a sus madres. Cada una de ellas contempla a su hijo para ver todos sus detalles y darle muchos besos. Entonces vienen los familiares muy felices y el bebé pasa de mano en mano. Le cantan canciones y su padre le da alguna cosa que perteneció a su familia durante generaciones. Y yo los observo y me pregunto si estarán igual de contentos cuando sepan la verdad.<br /><br />Título: Deterioro cognitivo<br /><br />Autora: Lucía Sánchez Martín<br /><br />Rutinariamente, intercambio sus pulseras identificativas mientras duermen, pero nunca antes de inyectarles el suero para la pérdida de memoria. Ver cómo cada mañana despiertan en un nuevo mundo sin saber nada de ellos ni de nadie es realmente fascinante. Los gritos de desesperación y angustia son como música para mí: “¿Dónde estamos?” “¿Quién eres tú?”. A pesar de lo que muchos digan, no estoy loco: es todo muy sencillo. Ya querrían formar parte de mi obra los que quieren encerrarme… Ojalá esos ignorantes supiesen lo que es no reconocer a la persona que más te ha dado en la vida…Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-69583966506012174372010-10-19T11:07:00.000-07:002010-10-19T11:08:07.829-07:00RELATOS SELECCIONADOS 4ª SEMANAFrase de comienzo: Algunos lloran<br /><br />Título: Inmigrante<br /><br />Autor: Sofía Moro García<br /><br />Algunos lloran mientras divisan una luz en el puerto de Málaga. Después de noches en el mar, congelados y hambrientos, sienten que su sueño de encontrar trabajo está más cerca. Pero no es así, porque el mar es caprichoso. Se avecina tormenta…<br /><br /><br />Título: Funeral<br /><br />Autor: David Vives Kruse<br /><br />Algunos lloran y otros se sientan en una silla tristes. Yo estoy hablando con mis primos sobre el traje negro que llevamos. Aunque no sólo nosotros: todo el mundo lleva traje negro. Nos sentamos a comer y mi tío da un discurso. No me entero de nada, pero estoy atento. Luego, mi madre me coge en brazos y veo a la abuela sobre el ataúd. No quiero decirle adiós.<br /><br />Título: Hierros<br /><br />Autor: Cristina Suárez Herrero<br /><br />Algunos lloran, otros no respiran. Yo observo a mi alrededor y mi vista nublada no cree lo que ve. Intento ayudar en este amasijo de hierros. Alguien me pide ayuda. Quiero socorrerlo, pero algo me lo impide. No logro desplazarme; me miro sorprendido y comprendo mi situación: yo también necesito ayuda. A lo lejos oigo sirenas, voces, gritos… y veo a mi ángel de la guarda.Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1318317437576863280.post-24849534222214426592010-10-15T14:45:00.000-07:002010-10-15T14:46:10.703-07:00RELATOS SELECCIONADOS 3ª SEMANA (1-3 OCTUBRE)Frase de comienzo: Ya no recordaba nada.<br /><br />Título: Segunda oportunidad<br /><br />Autor: Sara Varela Serrano<br /><br />Ya no recordaba nada, así que tuve que empezar de cero: me puse un nombre provisional, Robert, e incluso tuve que preguntar dónde vivía y dónde trabajaba. Nadie vino a visitarme, así que empecé a investigar mi pasado. Lo que descubrí me pareció horrible, aunque yo seguía sin recordar nada. Sin embargo, por primera vez, me alegré de aquel fatal accidente: la vida me había dado una segunda oportunidad y esta vez pensaba aprovecharla.<br /><br />Título: Claustrofobia<br /><br />Autor: Antonio Montesinos Gutiérrez<br /><br />Ya no recordaba nada cuando me desperté en aquella camilla blanca llena de cables y aparatos. Veía cómo toda la gente, alborotada, corría de un lado para otro sin saber a dónde ir. Cuando miré a aquella gente, supe que algo malo me pasaba y, cuando oí aquellos pitidos fuertes en uno de los aparatos, cerré los ojos inconscientemente.<br />Cuando volví a abrirlos en aquel lugar oscuro y pequeño donde me encontraba solo y tumbado, volví a cerrarlos mientras me comían lentamente los gusanos y los ratones.<br /><br />Título: Testigo<br /><br />Autor: Adrián Romero Guerrero<br /><br />Ya no recordaba nada. ¡¿Cómo iba a recordar algo?! Nadie quiere recordar algo tan espantoso. Pero él no lo entendía, le dije que la dejara en paz.<br />- Tan solo es un testigo, ¿qué razones tienes para tratarla así? – dije enfurecido.<br />Siguió con las preguntas, parecía que no le importaban sus sentimientos.<br />Enfurecido, cogí el extintor y le golpeé fuertemente. Levanté a la testigo.<br />- Ya podemos irnos, mamá.Adm. Web IES Cerro del Vientohttp://www.blogger.com/profile/14937435801076652656noreply@blogger.com0